jueves, 20 de julio de 2017

Mario Alberto Kempes "El Matador" Goleador del Mundial 1978


En Bell Ville, un pequeño pueblo de la provincia de Córdoba, de 33.000 habitantes, nacieron dos de los grandes hitos del fútbol mundial: uno, el balón sin tiento, que cambió para siempre la forma de fabricarlos y que les quitó a los jugadores más de un dolor de cabeza (literalmente). Y dos, el gran Mario Alberto Kempes, el ‘Matador’, el goleador del Mundial de Argentina 1978, el que fue fundamental para darle a su país al primer título mundial.
(http://www.eltiempo.com)



Kempes fue vendido a Valencia Cf en 1976 y no volvería a vestir la casaca de la Selección Argentina  en el Mundial de 1978.
fué  el único futbolista del plantel argentino que jugaba en el extranjero, porque Menotti así lo decidió a pesar de las presiones del periodismo y del público argentino por aquellos días.
Retrasado unos metros en la cancha, pero con total libertad para moverse por el frente de ataque. Kempes  en la segunda fase del mundial no solo fue el goleador del equipo , tambien su conductor junto a Osvaldo Ardiles.



Argentina debió jugar la segunda fase grupal en Rosario , ciudad que catapulto al matador a la fama , y el aire rosarino le sento muy bien a Mario, convirtiendole dos goles a Polonia y dos a Perú.
El Matador fue contundente en la final del Torneo Mundial de fútbol 1978 , convirtiendo dos goles en la final.



Es el único jugador argentino que convierte dos goles en una final , es el mejor jugador del partido final , mejor jugador de Mundial y goleador del mismo.




domingo, 16 de julio de 2017

sábado, 15 de julio de 2017

Cumpleaños de Mario Alberto Kempes "El Matador"

Hoy es el Cumpleaños de uno de los mas grandes futbolistas de Argentina y del Mundo
Mario Alberto Kempes "El Matador"

Mario Alberto Kempes (Bell Ville, provincia de Córdoba, Argentina, 15 de julio de 1954) es un periodista, entrenador y exfutbolista argentino. Apodado "El Matador", jugaba de mediocampista ofensivo o delantero por la izquierda. Fue el conductor de la Selección Argentina que ganó la Copa de Mundo de 1978, siendo el máximo goleador y mejor jugador del torneo.2​ También ese mismo año sería premiado con el Once de Oro al mejor jugador de Europa. Kempes es considerado como uno de los grandes jugadores argentinos de la historia y fue elegido por la IFFHS como el 6º mejor jugador argentino del siglo XX; junto con Fernando Palomo son actuales narradores de los videojuegos de EA Sports FIFA 13, FIFA 14, FIFA 15, FIFA 16 y FIFA 17



Comenzó a jugar al fútbol en las inferiores de Talleres de Bell Ville. Mientras asistía a la escuela, Mario trabajaba en una carpintería. El dueño de la misma tenía contactos dentro del club Instituto Atlético Central Córdoba, por lo que le consiguió una prueba allí. Con 17 años Mario se fue hacia la terminal de ómnibus, sacó un boleto y luego de tres horas de viaje llegó a Alta Córdoba.4​ Allí se reunió junto con otros futbolistas que también esperaban ser evaluados. El técnico albirrojo era Armando Rodríguez, quien reunió al grupo y pidió a cada uno que se identificara con nombre y procedencia.

- "Carlos Aguilera, de Bell Ville", mintió "el Matador" cuando llegó su turno.

- ¿Usted no conoce a un tal Kempes que vive allí y dicen que es muy bueno? Piden una locura y creen que es un fenómeno.

- No señor, no lo conozco.

Mario había preferido mentir para ganarse una oportunidad, conocedor de la advertencia sobre que el técnico Juan Carlos Miret desconfiaba de la recomendación que le habían hecho. Hizo dos goles en los primeros 15 minutos y fue contratado.5​ El 10 de marzo de 1972 firmó el pase a Instituto de Córdoba, pagando el club 3 millones de la vieja moneda. "Mario jugará en Instituto, pero se quedará a vivir en Bell Ville. Tiene que estudiar y viajará el día de los partidos", fue la condición impuesta por Mario padre. En diciembre de 1972, Kempes se recibió de perito mercantil en el Colegio San José de Bell Ville con el que ganó la Copa UBES y al año siguiente preparó su ingreso a la carrera de Ciencias Económicas en la Universidad Nacional de Córdoba aunque dejó los estudios universitarios al poco tiempo.

Con su llegada a Instituto, el equipo volvió a ser campeón de la Liga Cordobesa después de seis años y logró el objetivo de clasificar al Nacional 1973. Allí, Kempes integró una de las mejores delanteras de la historia del fútbol cordobés junto a José Luis Saldaño, Osvaldo Ardiles, Alberto Beltrán y José Luis Ceballos. Mario fue goleador de la Gloria (por su juventud la hinchada lo apodaba el Superpibe) en todos los certámenes que disputó y le hizo goles a todos los rivales que enfrentó, sin excepción de camisetas: hizo un total de 78 goles en 81 partidos (en la Liga Cordobesa).

Su debut en Primera División fue contra Newell's Old Boys de Rosario (0-1), el 5 de octubre de 1973. Cuatro días más tarde consiguió su primer gol en primera, se lo anotó a River Plate a pocos minutos de iniciado el encuentro. Ese partido se jugó un viernes por la noche para la televisión y permitió a Mario cobrar trascendencia nacional. Finalizó el torneo en el tercer puesto de la tabla de goleadores. Aún en 1973, fue llamado para defender los colores de la Selección Argentina en el torneo juvenil de Cannes, e hizo 4 goles en 3 partidos. Ese año debutó con la Selección mayor en un partido frente a Bolivia por las Eliminatorias.


En el año 1974 Rosario Central lo compró por 130 millones de pesos. El ex-futbolista canalla Luis Indaco ofició de veedor, y recomendó la contratación inmediata del jugador. Llegó al club con su compañero de Instituto Saldaño, y se incorporó rápidamente al grupo llamado la Perrada, compuesto por los hermanos Killer, Pío Cabral, Miguel Ángel Cornero, entre otros, que se destacaban por ser bromistas y muy unidos. La amistad iniciada con Aldo Pedro Poy en la Selección Argentina fue también importante para su llegada al club. ya que fue vivamente recomendado por el ídolo canalla.

El entrenador Carlos Griguol lo hizo jugar sobre la izquierda del ataque; con el tiempo se vio un Kempes no solo goleador, sino también generador de fútbol, especialmente de local; como visitante, Central apostaba a un juego de contraataque, en el que Kempes era la referencia en ofensiva.

Debutó el 22 de febrero por la cuarta fecha del Torneo Metropolitano en el empate 1 a 1 contra Gimnasia de La Plata. Su primer gol en Central se lo marcó a Atlanta de visitante el 3 de marzo por la cuarta fecha del torneo, los rosarinos ganaron 2 a 1 ese encuentro. Marcó un total de 4 goles en 9 partidos por el torneo local (su equipo fue subcampeón) y marcó 3 goles por la Copa Libertadores donde Central fue eliminado en primera ronda. Mario no disputó todos los partidos ya que fue convocado para jugar en el Mundial de fútbol de ese año.

Durante el Torneo Nacional de 1974, Kempes marcó un total de 25 goles en 25 partidos y se convirtió en el goleador del campeonato. Una vez más su equipo terminó segundo en el torneo y clasificó para jugar el Torneo Argentino ante los dos campeones de ese año. Central ganó la liguilla y clasificó para jugar la Copa Libertadores 1975. Kempes jugó los 2 partidos y marcó un gol; el segundo ante Newell´s Old Boys en el 2 a 0 final a favor de los auriazules. Conformó una gran delantera junto a Ramón Bóveda y Roberto Cabral.

En el Torneo Metropolitano de 1975 sería goleador de su equipo con 25 tantos en 28 encuentros. Durante el campeonato marcó 4 veces 4 goles en un mismo partido: ante Banfield en la victoria por 5 a 0, ante Ferro en la victoria por 5 a 1, ante Temperley en la victoria por 5 a 1 y ante Estudiantes en la victoria por 4 a 2. Central finalizó séptimo en el campeonato local y alcanzó las semifinales en la Copa Libertadores donde Kempes hizo 5 goles; uno de ellos fue ante Newell's (1-0), el 11 de abril, en un encuentro desempate que clasificó a Rosario Central a la ronda semifinal de la copa. En la segunda mitad del año disputó el Torneo Nacional finalizando quinto con 13 goles del matador. En el encuentro de la primera fecha del torneo ante Newell's, Kempes marcó los tres goles de la victoria centralista: uno con la pierna izquierda, otro con la derecha y el restante de cabeza.
Al año siguiente volvió a ser goleador del torneo: convirtió 21 goles en 22 partidos por el Torneo Metropolitano de 1976 (los rosarinos terminarían octavos en el campeonato). Su último partido oficial con Rosario Central fue el 1 de agosto ante Newell's en el Gigante de Arroyito. Disputó un total de 123 partidos y convirtió 97 goles en su paso por el canalla, lo que lo convierte en el mayor goleador de la historia del club.

Los equipos que más sufrieron sus goles fueron: 8 tantos, Estudiantes de La Plata; 7, Newell's y Banfield; 6, All Boys, Ferro Carril Oeste e Independiente; 5, Boca Juniors, Puerto Comercial de Ingeniero Withe y Temperley. Marcó cuatro goles en un partido en cinco ocasiones, y de a tres tantos en siete oportunidades.



Su traspaso al fútbol español marcó también un detalle a ser destacado: vigente el gobierno dictatorial en Argentina, la venta del jugador se dispuso a decisión de los socios de Central, ganando la moción que apoyaba la transferencia (ésta se realizó por el monto de 500000 dólares y constituyó un récord para el fútbol argentino en ese momento). Así Rosario Central hacía uso de su costumbre democrática, ya que este procedimiento se había efectuado en ocasión de decidir las ventas de Enrique "Chueco" García en la década del '30, de Benjamín Santos en la del '40 y la de Oscar Alberto Massei en la del '50


A mediados de 1976 el Valencia CF de la Primera División de España lo compra por 30 millones de pesetas (300.000 dólares), donde dejó plasmada su facilidad para el gol obteniendo el Trofeo Pichichi al máximo goleador de la Liga Española de fútbol en dos ocasiones (76-77 con 24 goles y 77-78 con 28).
Al medio de esto llegó el Mundial de fútbol de 1978 realizado en Argentina, donde Kempes fue campeón con su selección, goleador del torneo y máxima figura de la competición. Ese mismo año también se casó con María Vicenta Moll, una valenciana con quien tuvo sus tres primeros hijos.
Obtuvo la Copa del Rey en 1979 al vencer en la final al Real Madrid por 2-0 consiguiendo él los dos goles, disputada en el Estadio Vicente Calderón. En esta competición, el Valencia había eliminado al campeón anterior, el FC Barcelona, contra el que había perdido en el partido de ida en el Camp Nou, 4-1, consiguiendo una espectacular remontada en el partido de vuelta disputado en el Estadio Luis Casanova, 4-0. Así como la Recopa de Europa el 14 de mayo de 1980 ante el Arsenal inglés en la tanda de penaltis, en la que, curiosamente, falló el suyo, pero esto no empañó de ninguna manera su gran actuación a lo largo de toda la competición, pues fue su máximo goleador con 9 goles. En esta competición, también dejó atrás, en cuartos de final, a su vigente campeón, el FC Barcelona, ida 0-1, gol de Saura, en Barcelona, vuelta. 4-3, el día de San José, fiesta principal de las Fallas de Valencia. Y la Supercopa de Europa en diciembre del mismo año contra el Nottingham Forest, 2-1 en Nottingham, 1-0 en Valencia, que era el mejor equipo de Europa del momento, campeón de la Copa de Europados años seguidos (1979, contra el Malmöe, 1980, contra el Hamburguer SV de Kevin Keegan). Lamentablemente, nunca pudo ganar la Liga española, a pesar de contar, el Valencia de aquella época (1976 a 1981), con una gran plantilla, en la que sobresalían jugadores como Bonhoff, Solsona, Carrete, Pereira, Tendillo, Saura, Felmán, Diarte, Botubot, Arias, Castellanos, Manzanedo, Morena, Pablo, Subirats, Oscar Ruben Valdez, Cerveró... Mario Kempes está considerado como el mejor futbolista en la historia del Valencia CF.



Volvió a Argentina en marzo de 1981, al River Plate por 300 millones de pesetas. Con el club de Núñez, obtuvo el Campeonato Nacional de 1981, en donde Kempes anotó un decisivo gol en la final, jugada ante Ferro Carril Oeste.
Al no poder el club argentino cumplir con todos los pagos y únicamente abonar 130 millones de pesetas regresó al Valencia CF la temporada 82-83 donde permaneció hasta la 84-85. Su último partido fue contra el Real Murcia, jugó de titular y marco un gol en el minuto 37.




Ha sido internacional con la Selección de fútbol de Argentina entre los años 1973 y 1982 con 43 presencias y 20 goles marcados.

Su primera experiencia internacional fue con la selección juvenil, que dirigida por Miguel Ignomiriello, disputó el Torneo Juvenil de Cannes en 1973. Allí, Kempes disputó 3 encuentros y marcó 4 goles: uno a Benfica, otro a Brasil, y dos a Standard Lieja.

El 23 de septiembre de 1973 tuvo su debut en la selección mayor, ante Bolivia por las eliminatorias para el Mundial de Alemania; el técnico argentino Enrique Sívori armó un plantel que se trasladó varios días antes a territorio boliviano, con el objetivo de aclimatarse a la altura. Como se encontraban aislados, los futbolistas decidieron llamar la atención de la prensa sacándose fotos disfrazados con sábanas y capuchas, por lo que fueron apodados la Selección Fantasma. La preparación dio sus frutos y Argentina venció 1-0 con gol de Fornari; además Kempes conoció allí a Aldo Pedro Poy, quien sería importante para su posterior desembarco en Rosario Central.
Durante 1974 disputó los encuentros preparatorios de la selección con vistas al Mundial; marcó su primer gol ante Rumania en Buenos Aires, hizo el tanto de la victoria en el Parque de los Príncipes ante Francia, y los dos goles del empate ante Inglaterra en el mítico estadio de Wembley. En la Copa del Mundo disputó los seis encuentros que jugó Argentina, no pudiendo convertir.

Al año siguiente jugó la Copa América, convirtiendo 3 goles en cuatro encuentros; Argentina no pudo superar a Brasil y quedó trunca la esperanza del título.

En 1976 obtuvo las copas Lipton y Newton ante Uruguay, y la Félix Bogado ante Paraguay.



Una vez transferido de Rosario Central a Valencia de España, Kempes volvió a vestir la casaca albiceleste de forma oficial recién en el mismo Mundial de 1978; llegó a éste como el único futbolista del plantel argentino que jugaba en el extranjero. El entrenador César Menotti lo colocó retrasado unos metros en la cancha, pero con total libertad para moverse por el frente de ataque. Así, reconocía también la valía de Kempes como armador de juego, además de la de goleador. Durante la primera fase tuvo dificultades para imponer su juego, al igual que su equipo, que relegó el primer puesto de su grupo. De esta forma, Argentina debió jugar la segunda fase grupal en Rosario. Allí, el equipo y Kempes en particular recibirían un gran apoyo que ayudó a que despegara el potencial futbolístico. En el encuentro ante Polonia, Kempes marcó los dos goles de la victoria, además de evitar uno en su propio arco; pero lo hizo con la mano, y el penal fue atajado por Ubaldo Fillol. Luego de la igualdad ante Brasil, Argentina necesitaba golear a Perú; lo consiguió derrotando 6-1 al seleccionado incaico, y Mario convirtió dos goles. Llegó la final en el estadio Monumental de Buenos Aires; Argentina se puso en ventaja con gol de Kempes, quien tras pase de Luque, tocó al gol ante dos defensores neerlandeses y la salida del arquero. Países Bajos empató y el partido fue al alargue. Allí Kempes terminó de demostrar por qué era el mejor jugador de la Copa, y con una jugada descomunal, convirtió el 2-1. Haciéndose dueño del juego, Kempes emuló la jugada de su segundo gol, pero su compañero Daniel Bertoni aprovechó para tomar la pelota y sentenciar el juego.16​ Kempes se coronó como máximo goleador del Mundial 1978 con seis goles; junto a Guillermo Stábile son los únicos argentinos en conseguir este logro.



Luego del título mundial, Kempes volvió a jugar en la selección a partir de 1981; en esos años, el hecho de jugar en el exterior limitaba la participación de los futbolistas argentinos en el conjunto nacional. Disputó los amistosos previos al Mundial 1982, jugando ya más dedicado a la creación de juego y sin tanta responsabilidad de marcar goles; la experiencia en el Mundial no fue del todo buena para Argentina, quedando eliminado en la segunda fase grupal, siendo el encuentro del 2 de julio ante Brasil, el último con la casaca albiceleste para Kempes.

Tras ese año, el "Matador" le cedió su camiseta número 10 al ascendente Diego Maradona, quien señaló a Kempes como el “gran impulsor del fútbol argentino” en su autobiografía. El jugador cordobés no sólo es recordado por sus goles, sino también por el juego limpio: en toda su carrera en la Selección nunca recibió una tarjeta roja.




El 8 de febrero de 1995, con más de 40 años, participó en un Clásico rosarino amistoso de verano entre Rosario Central y Newell's jugando para su ex-equipo. Dos años antes había tenido la oportunidad de incorporarse al club, pero un desencuentro con el por entonces entrenador auriazul Carlos Aimar imposibilitó una nueva etapa en Central. El partido finalizó 1 a 0 a favor de los canallas y Kempes fue quien convirtió el tanto de la victoria a los 25 minutos del primer tiempo, tras un centro de Federico Lussenhoff que peinó de cabeza Sergio Fernández, para que el Matador convirtiera también de cabeza. El encuentro fue suspendido durante el segundo tiempo por incidentes producidos por los hinchas rojinegros

fuente:wikipedia

lunes, 10 de julio de 2017

Kempes se prueba en Tottenham (1984) nota de En Una Baldosa


Goleador y campeón del mundo con Argentina en 1978, Mario Alberto Kempes tuvo una carrera brillante que comenzó a desdibujarse a mediados de los años 80, cuando se marchó a Austria, comenzando el betocarranceo que terminaría una década más tarde en el fútbol de Indonesia. Antes de todo eso, cuando aún estaba en plenitud, tuvo la merecida posibilidad de jugar en la liga inglesa. Acá, el recuerdo de lo que no pudo ser.

Corría julio de 1984. Marito había terminado su segundo ciclo en el Valencia y esperaba continuar su carrera en Europa. Fue entonces que, a través de su gran amigo Osvaldo Ardiles (compañeros en Instituto y en la Selección) le surgió la chance de probarse (sí, probarse) en el Tottenham Hotspurs de Inglaterra.
Por aquellos días, el Pitón era una eminencia en el club de Londres, donde había conseguido dos FA Cup junto a Ricardo Villa. Sin embargo, Ricky se había ido y Ardiles necesitaba otro socio argentino, por eso sugirió la contratación del Matador.

Sin que se le cayera ningún anillo, Kempes aceptó la evaluación de los Spurs en un viaje de pretemporada por Suecia y Noruega, ante equipos de lo más falopa. En su debut, ante el Stjordal Blink, Marito hizo 3 goles (victoria 9 a 0) y los escandinavos no pararon de pedirle fotos. No podían creer que un jugador de su talla estuviera en esa gira, que también incluyó otros dos encuentros en los que el cordobés no pudo anotar.

Su cuarto partido con la camiseta blanca del Tottenham, el único que pudo disputar en Inglaterra, fue ante el Enfield. Ese día, los Spurs formaron con Clemence (Parks); Stevens (Brooke), Hughton, Roberts, Miller, Perryman (Thomas), Ardiles (Bowen), Kempes, Galvin, Hazard y Crooks. Demasiado para el modesto rival, que terminó perdiendo 7 a 0, con 4 goles de Crooks.

¿Y cuántos goles hizo Kempes? Ninguno, generando el comentario del 9 titular de ese equipo, Mark Falco: “Me sorprendió que Kempes no convirtiera, pero no creo que él tenga que probarse contra el Enfield”. Al Matador, se notaba, ya lo estaban haciendo a un lado.



La última chance del gran Mario fue ante el Niza, en otro amistoso en el que dejó su sello inconfundible. Medias bajas, gambeta y potencia, aunque no pudo convertir. ¿La rareza? Jugó con la 8 en la espalda.

Después de ese partido, a Kempes le dieron las gracias por todo, pero no le ofrecieron un contrato, así que tuvo que volver a España, donde firmaría para el Hércules de Alicante.

En la actualidad, Ossie y Marito conservan la amistad a través de Twitter. Y por lo que se aprecia, siguen tirando paredes:


fuente: enunabaldosa.com// nota original:https://enunabaldosa.com/2015/07/22/kempes-al-tottenham-1984/