Mario Alberto Kempes , Antes de ser "El matador" fué un "Fantasma"
Con la "!3" Mario Kempes , a su lado Aldo Poy
El plan fue armar un equipo paralelo y anticipado que tuviera tiempo de realizar una aclimatación en la altura. Convocó jugadores del medio local que habitualmente no formaban parte del plantel nacional y con (su ayudante de campo) Miguel Ignomiriello a la cabeza, los envió a entrenar a la jujeña ciudad de Tilcara (3139 metros sobre el nivel del mar) durante más de un mes para que se acostumbraran a las exigencias geográficas de la capital boliviana.
“Los dirigentes de AFA se olvidaron de nosotros… Fijate que ni siquiera se acordaron de mandar un árbitro para dirigir estos partidos… Si no fuera por Ignomiriello que tuvo que ir a buscar ropa a una firma comercial, ni eso teníamos…”, decía Jorge Troncoso.
Rubén Galván, volante central, jugando de 10 y Osvaldo Cortés marcando punta izquierda por primera vez en su vida fueron algunos mosaicos de muestra: “Me molesta que no se hable claro y de frente, pero hay cosas que no entiendo – decía Cortés – Rossi, Correa, Pernía, marcan punta derecha, yo en mi vida lo hice y tengo la cancha al revés.
No me importa ser suplente, pero lo lógico es que juegue de ese lado alguien que lo haga siempre.” Horacio Escudero, médico psicólogo que viajó con el equipo, sufría repetidos dolores de cabeza y lo disimulaba: “para que ellos no se enteren, porque acá cada problema individual perjudica aún más al grupo.” El otro doctor (Rodríguez) y el profesor Cancela completaban la “delegación”.
“Ya le sentíamos mal olor a la cosa - decía Ruben (Hueso) Glaría - de repente Sívori agarró un papel y leyó a tod velocidad la lista de los que veníamos a Jujuy, Cuzco y La Paz. Terminó y dijo: Mañana voy a Luz y Fuerza a hablar con ustedes. Lo esperamos en vano. Nunca más lo vimos. Menos mal que Ignomiriello se ha preocupado mucho por nosotros porque sinó no hubiéramos podido aguantar más.
Las noches silenciosas de Tilcara nos volvían locos… Cuando jugamos un rato en Humahuaca la cabeza pesaba una tonelada… Todo ha venido mal barajado y nunca se habló claro…” “Acá hay chicos que necesitan la plata para llevar a la casa y por eso se aguantan todo – decía Ubaldo Fillol – Todos tenemos la moral por el piso por la forma como se manejó todo y como nos han dejado a un costado sin que nadie se interese por nosotros… Y nosotros sabemos que es posible que no juguemos ni el partido de La Paz…” Efectivamente, Fillol no jugó aquel partido en La Paz, el arquero fue Carnevali.
Hubo un jugador que se plantó: Reinaldo Merlo. El doctor Horacio Escudero elaboró el informe contando un diagnóstico de “alternancia emotiva, afectado psicológicamente por la prolongada concentración en un ámbito geográfico donde no se adecua a sus características…”
“La verdad es que no aguanto más esto – decía un joven Mostaza Merlo – fuimos a Tilcara y la tristeza me agobiaba. El otro día estuvimos practicando y cuando fuimos a bañarnos no teníamos agua caliente… A nosotros nos dejaron en un hotel céntrico, llamábamos a los dirigentes y no venía nadie. Ignomiriello se fue a Salta y Jujuy por varios días a arreglar todo y quedamos en banda. Queríamos salir y el profesor Cancela no podía, lógicamente, darnos permiso. No sabíamos cuando viajábamos, dónde íbamos, cuánto tiempo estaríamos afuera…”
Ni ellos ni nadie lo sabía. La soledad de Tilcara no llegaba a Buenos Aires por ningún medio. Los jugadores debieron organizar partidos amistosos con equipos locales a cambio de dinero, ya que esa era la única manera que tenían para poder conseguir alimentos, que ellos mismos cocinaban.
Argentina empezó la eliminatoria goleando (4-0) a Bolivia en casa (Bombonera), después empató (1-1) vs Paraguay en Asunción y luego llegó el turno de la “selección fantasma”. El 23 de septiembre de 1973, el estadio Hernando Siles completaba sus gradas con 30 mil espectadores y el árbitro brasileño Arnaldo Coelho daba el pitido inicial. Argentina formaba con: Daniel Carnevali; Rubén Glaría, Angel Bargas, Daniel Tagliani y Osvaldo Cortés; Roberto Telch, Rubén Galván y Aldo Poy; Oscar Fornari, Rubén Ayala y Mario Kempes.
CASA Y COMIDA. Una de las formaciones de la Selección Fantasma de 1973. En este caso, en Cuzco (Perú) para enfrentar a Cienciano, a 5000 metros sobre el nivel del mar. Se prepararon en la altura y después Sívori mezcló a otros futbolistas. Con el dinero que cobraban, pagaban alojamiento y comida. Arriba, desde la izquierda: Troncoso, Glaría, Rubén Galván, Tagliani, Fillol, Baby Cortés; abajo: Fornari, Trobbiani, Kempes, Poy y Juan Ramón Rocha.
Fue 0-1 con gol de Oscar Fornari, su único gol en su único partido con la Selección Argentina, partido que fue también el debut oficial albiceleste de Mario Alberto Kempes.
Fuente: la-pelota-no-dobla.blogspot.com.ar
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